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Ariel Sánchez Rojas

Fortaleciendo la Convivencia Escolar con el Marco PBIS

Actualizado: 20 sept

La convivencia escolar es un pilar fundamental para garantizar un entorno educativo en el que todos los estudiantes y educadores puedan prosperar. El Positive Behavioral Interventions and Support (PBIS) es un marco de trabajo diseñado específicamente para fortalecer el comportamiento social, académico, emocional y mental de los estudiantes, ayudando a construir un colegio más profesionalizado y comprometido con la convivencia escolar.

Los Cinco Principios del PBIS:

  1. Equidad: Asegurar que cada estudiante reciba el apoyo necesario para tener éxito. Esto implica adaptar las prácticas según las necesidades individuales y desglosar los datos por grupos de estudiantes para garantizar que nadie quede atrás.

    • Para mejorar: ¿Cómo podemos garantizar que cada educador y estudiante tenga experiencias positivas y resultados exitosos?

  2. Sistemas: Estructurar equipos de trabajo, capacitar a los educadores y ofrecer asesoramiento constante para asegurar una implementación efectiva.

    • Para mejorar: ¿Qué podemos hacer para mantener esta implementación a largo plazo?

  3. Datos: Utilizar datos de manera estratégica para seleccionar, monitorear y evaluar tanto los resultados de los estudiantes como las prácticas educativas.

    • Para mejorar: ¿Qué tipo de información necesitamos para tomar decisiones informadas y mejorar la convivencia?

  4. Prácticas: Implementar sesiones, intervenciones y estrategias respaldadas por investigaciones que promuevan el crecimiento integral de los estudiantes.

    • Para mejorar: ¿Cómo podemos apoyar de manera efectiva el crecimiento conductual, social, emocional y académico de nuestros estudiantes?

  5. Resultados: Definir qué es importante para cada comunidad educativa, asegurando que los valores de cada escuela estén presentes en el proceso de intervención.

Los Tres Niveles del PBIS para Resolver Dificultades en la Convivencia

El PBIS se despliega en tres niveles o Tiers, cada uno dirigido a un grupo específico de estudiantes según sus necesidades:

Nivel 1: Prevención Primaria Universal (para Todos)

Este nivel está diseñado para establecer una base sólida de apoyo proactivo y positivo que beneficie a todos los estudiantes, educadores y personal en los entornos escolares. Aproximadamente el 80% de los estudiantes pueden tener éxito con el apoyo de Nivel 1, que incluye:

  • Colaboración: Trabajar conjuntamente con estudiantes, familias y educadores para definir expectativas claras y positivas.

  • Enseñanza explícita: Asegurar que todos los estudiantes comprendan las expectativas y habilidades necesarias para el éxito académico y social.

  • Fomento de comportamientos esperados: Reconocer y reforzar las conductas positivas dentro del aula y en toda la escuela.

  • Prevención de conductas no deseadas: Intervenir de manera respetuosa e instructiva cuando se presenten comportamientos indeseados.

  • Fortalecer la alianza entre la escuela y las familias: Mantener una comunicación constante y colaborativa.

Nivel 2: Prevención Secundaria Selectiva (para Algunos)

Alrededor del 10-15% de los estudiantes necesitan un apoyo adicional más focalizado, que va más allá de las estrategias de Nivel 1. Las prácticas del Nivel 2 incluyen:

  • Instrucción adicional: Proporcionar más oportunidades para que los estudiantes practiquen habilidades conductuales, sociales, emocionales y académicas.

  • Mayor supervisión adulta: Incrementar el apoyo y la presencia de adultos para guiar a los estudiantes.

  • Reforzamiento positivo: Ofrecer recompensas adicionales para los comportamientos adecuados.

  • Apoyo académico adicional: Aumentar los recursos disponibles para aquellos que lo necesiten.

Nivel 3: Prevención Terciaria, Intensiva e Individualizada (para Pocos)

Un pequeño porcentaje de estudiantes (1-5%) puede necesitar un apoyo mucho más intensivo e individualizado para lograr el éxito. El Nivel 3 se enfoca en aquellos para quienes los apoyos de los niveles anteriores no han sido suficientes, e incluye:

  • Evaluaciones funcionales: Involucrar a las familias y educadores en evaluaciones detalladas del comportamiento de los estudiantes.

  • Planificación personalizada: Crear planes de intervención que estén centrados en las necesidades individuales de cada estudiante.

  • Apoyo integral: Coordinar un apoyo exhaustivo y basado en las funciones específicas que necesita cada estudiante para mejorar.

Implementando el PBIS en Tu Colegio

La clave del éxito en la implementación del PBIS es la adaptación continua y el compromiso de toda la comunidad educativa. A medida que avanzamos en el ciclo escolar, este marco proporciona una estructura clara y eficiente para abordar las necesidades de cada estudiante, desde aquellos que requieren un enfoque más general hasta los que necesitan intervenciones individualizadas.

Al integrar datos, sistemas y prácticas, y al colaborar estrechamente con familias y educadores, el PBIS asegura que cada estudiante pueda desarrollarse en un ambiente de respeto, apoyo y éxito académico.

Este marco no solo mejora el rendimiento académico, sino que también fomenta una convivencia escolar más armónica, donde cada miembro de la comunidad escolar es valorado y apoyado en su desarrollo integral.

Reflexiones Finales

Para los rectores y directores de bienestar, la implementación del PBIS no solo es una herramienta efectiva para mejorar la convivencia escolar, sino que también fortalece el sentido de comunidad y el bienestar emocional de todos los involucrados. Al adoptar este enfoque, estarás construyendo un entorno escolar más inclusivo, seguro y exitoso para todos tus estudiantes.

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